La decisión de un jurado de Texas de imponer una multa de cinco millones de dólares (alrededor de 3. 429.000 euros) a Google por vulnerar una patente reclamada por la empresa Bedrock Computer ha despertado la alarma entre miembros de la comunidad del software libre en la medida que esta sentencia pueda ampliarse a otros clientes de los productos de Google (Android y el futuro sistema operativo Chrome) que son de código abierto.
Lo que preocupa no es la cuantía de la multa, sino que una sentencia firme pueda dar alas a este tipo de empresas para abrir otros litigios que afecten al software libre.
Bedrock argumenta que Google ha vulnerado patentes relacionadas con el núcleo del sistema operativo de código abierto Linux. Android se basa en Linux y Google es el usuario de mayor escala de Linux. Bedrock también persigue judicialmente a compañías como Yahoo!, Amazon o PayPal. Florian Mueller, experto en software libre, recuerda en su blog que el sistema operativo para móviles de Google, Android, de código abierto, tiene abiertos 41 litigios por patentes.
Bedrock argumenta que Google ha vulnerado patentes relacionadas con el núcleo del sistema operativo de código abierto Linux. Android se basa en Linux y Google es el usuario de mayor escala de Linux. Bedrock también persigue judicialmente a compañías como Yahoo!, Amazon o PayPal. Florian Mueller, experto en software libre, recuerda en su blog que el sistema operativo para móviles de Google, Android, de código abierto, tiene abiertos 41 litigios por patentes.
Con respecto al caso de la multa, los expertos insisten en que la patente fue registrada en 1997, cuando Linux data de 1991, dato que permite a algunos denunciar que el sistema de patentes imperante en Estados Unidos es "idiota". Para Steven J. Vaughan-Nichols, de Zdnet, este pleito únicamente demuestra la maldad del sistema de patentes imperante en aquel país que permite a un jurado tomarse en serio demandas como la mencionada por parte de empresas especializadas en reclamaciones de patentes.
Google puede apelar. La empresa de Android ha manifestado que la reciente explosión de litigios por patentes obliga a las compañías a gastar millones de dólares para defenderse de cuestionables reclamaciones por patentes y desviar fondos que deberían dirigirse a la investigación en nuevas tecnologías para mejorar la experiencia de los clientes y creadoras de puestos de trabajo. Este caso se ha resuelto en primera instancia antes de que este año otro tribunal se pronuncie sobre otra demanda, esta vez más importante. Se trata de la presentada por Oracle contra Google por supuesta violación de patentes relacionadas con Java, lenguaje de su propiedad tras la compra de Sun. No es el único problema, directo o indirecto, para Google. Android, cuyo crecimiento en el mundo de la telefonía móvil preocupa a la competencia, está en los tribunales a instancia de compañías tan poderosas como Apple, que no se ha querellado contra Google pero sí contra fabricantes de teléfonos móviles que emplean el sistema operativo de Google, como HTC. En el planeta de la telefonía móvil, el cruce de litigios entre competidores por cuestiones de patentes está a la orden del día.
El último episodio lo han protagonizado Apple y Samsung. El fabricante coreano ha replicado a una querella de Apple con otra por similares motivos, la vulneración de patentes de su propiedad. En este contexto se explica el movimiento de Google de destinar unos 900 millones de dólares (617 millones de euros) para comprar unas 6.000 patentes de la compañía canadiense de telefonía Nortel, en bancarrota. Google considera que el sistema de protección de patentes favorece dudosos litigios y es partidaria de una revisión del mismo "a favor de los consumidores y de la economía de Estados Unidos".