Hay muchas cosas que nos separan de Corea del Sur. Y no es solo una magnitud geográficaSudamerica está a poco más de 11.000 kilómetros de Seúl aproxi, en la otra punta del planeta), sino una radical diferencia histórica, social y cultural que hace que los coreanos sean para los españoles unos perfectos extraños (y viceversa). Pero, sin embargo, en algo nos parecemos con asombrosa similitud. Tanto unos como otros ocupamos desde hace años un lugar entre los primeros puestos de países con mayor penetración de smartphones y horas dedicadas al consumo de contenido en estas plataformas. Aunque los datos varían dependiendo de las fuentes, según un estudio presentado por Google en el último Mobile World Congress de Barcelona, el 81% de los españoles posee un teléfono inteligente. Por su parte, el Pew Research Center otorga el primer lugar de este ranking a los coreanos con un 88% de penetración. Los porcentajes son elocuentes y confirman la percepción que todos tenemos en lo cotidiano: es imposible sentarse en una cafetería, subir a un autobús o pasear por la calle sin encontrarse con alguien (normalmente muchos) que tenga la mirada fija en esa pequeña pantalla que nos conecta con el mundo (y si no estás atento, te aleja de él con idéntica facilidad).