27.3.11

Ozzy Osbourne en Argentina: Señor de este mundo, El Príncipe de las Tinieblas repaso su trayectoria.


Quienes estuvieron en GEBA fueron con la intención de ver, no a un eximio exponente de las artes vocales sino a un emblema, al más grande estandarte de un género que tiene más de estilo de vida que unas cuantas religiones que andan dando vueltas por el mundo. Y el emblema estuvo, claro. A los tumbos en lo musical (mantener el pitch es hoy, para Ozzy Osbourne, una tarea titánica que sólo cumple de a ratos)
y con los achaques de señor mayor amplificados por décadas de ingesta hiperbólica de todo tipo de sustancias horribles, pero también con una energía que no deja de sorprender a quienes lo veíamos vegetar en sendos sofás en su sitcom familiar, con un aura de frontman místico que no va a empalidecer jamás ante su apariencia de tía y -lo más importante- con el mejor entorno que una arquitecta maquiavélica (Sharon, nos sacamos el sombrero) puede crear: una banda de rock n' roll joven, cruda, forajida y sedienta de sangre, de esas que parecían extinguidas con 
Guns N' Roses pero que, por suerte, cada tanto aparecen para devolvernos la boludez alegre del air guitar.


Fuente Rolling Stone