El 28 de enero, sobre las islas de Hawái, tuvo lugar un peculiar acontecimiento. La cámara Subaru-Asahi Star, instalada en el telescopio Subaru situado en el pico más alto de Hawái, la cima del Maunakea, captó una serie de inquietantes líneas verdes brillantes que atravesaron el cielo nocturno durante poco más de un segundo.
Afortunadamente, no se trataba de una nave extraterrestre, aunque tampoco se trataba de un satélite de la NASA tomando observaciones, como inicialmente pensaban los expertos del Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ), copropietario de la cámara.