El Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) de la NASA ha confirmado, por primera vez, la presencia de agua en la superficie de la Luna iluminada por el sol. Este descubrimiento indica que el agua puede estar distribuida por la superficie lunar, y no se limita a lugares fríos y sombreados.
SOFIA ha detectado moléculas de agua (H2O) en el cráter Clavius, uno de los cráteres más grandes visibles desde la Tierra, ubicado en el hemisferio sur de la Luna. Las observaciones anteriores de la superficie de la Luna detectaron alguna forma de hidrógeno, pero no pudieron distinguir entre el agua y su pariente químico cercano, el hidroxilo (OH). Los datos de esta ubicación revelan agua en concentraciones de 100 a 412 partes por millón, aproximadamente equivalente a una botella de agua de 12 onzas, atrapada en un metro cúbico de suelo esparcido por la superficie lunar. Los resultados se publican en el último número de Nature Astronomy.