18.4.13

La NASA descubre tres planetas que podrían albergar vida

¿Cómo son estos planetas?
Cuanto más pequeño es un planeta, es más probable que sea rocoso y de composición gaseosa, dijo William Borucki, científico investigador de Kepler en el Centro de Investigación Ames de la NASA.
Se cree que el Kepler-62f es 40% más grande que la Tierra y podría ser rocoso, dijo Borucki. Tarda unos 267,3 días terrestres en dar la vuelta a su estrella.
En tanto, el Kepler-62e parece ser 60% más grande que nuestro planeta y un poco más cerca de su estrella madre, este podría ser un "mundo acuático" con océanos profundos, dijo. Rodea su estrella en 122,4 días.
"Todos estos planetas que estamos encontrando son muy diferentes de los planetas en nuestro sistema solar", señaló Borucki.
El Kepler-69c parece orbitar una estrella similar al sol de la Tierra, según Barclay. Se cree que es un 70% más grande que la Tierra, y también puede ser un mundo de agua, con océanos de miles de kilómetros de profundidad.
No es probable que tenga una superficie rocosa, dijo Barclay. De acuerdo con lo poco que sabemos, el Kepler-69 es, probablemente, mucho más caliente que la Tierra. "Probablemente si hay vida, pero sería muy diferente a lo que vemos en nuestro mundo". 
Otros mundos que pueden tener vida
Borucki declaró que los planetas son "con diferencia" los mejores candidatos para la vida que los demás que conocemos, pero se han identificado otros potencialmente capaces de albergar vida.
El planeta Kepler-22b se anunció en diciembre de 2011 y también fue aclamado como un candidato para albergar vida. Ese planeta tiene un radio 2,4 veces más grande que la Tierra y se encuentra a 600 años luz de distancia.
Se pensaba que el Kepler-22b podría tener una temperatura similar a la de la Tierra, de acuerdo con el modelo teórico que hicieron Borucki y sus colegas. Su estrella madre es más tenue y fría que nuestro Sol, pero está un 15% más cerca de lo que está nuestro planeta.
También hay un planeta llamado Gliese-581g, descubierto en septiembre de 2010, el cual se cree que es más parecido a la Tierra que el Kepler-22b en cuanto a su idoneidad para albergar plantas y animales.
Está a solo 20 años luz de la Tierra —mucho más cerca de los planetas recién descubiertos— aunque ha habido cierta controversia sobre su existencia.