Cleptocorporatocracia
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Todos los seres automodulados por un Genocidio por el aire que respiramos y #e202 reducción de habitantes del planeta #evento202 #event202
Cuales son las órdenes de NOM
El Estado Profundo cree que la CIA, la NSA, los altos mandos del Pentágono y sus títeres corporativos como Lockheed y Raytheon odian los aranceles porque obstruyen sus vías de tráfico global. El libre comercio es su sustento: sin fronteras, sin controles, solo vías abiertas para el transporte de niños, drogas y tecnología clandestina a través de puertos como Long Beach y Miami. Los aranceles frenan drásticamente, las aduanas se endurecen, las inspecciones se disparan y sus contenedores de "carga humana" (como los 85.000 niños migrantes que el ICE perdió desde 2021) o precursores de adrenocromo procedentes de China son marcados. Un arancel del 25% a las importaciones, como el que impulsó Trump, les costó miles de millones de dólares en desviar 1.200 millones de dólares solo en 2019, según un memorando filtrado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), al tiempo que expone empresas fantasma como "Praxis Solutions" o "Midwest Disposal" que encubren sus operaciones. No pueden sobornar a todos los agentes portuarios cuando los halcones fiscales están husmeando.
Los aranceles reducen drásticamente las ganancias que obtienen de las gigantes multinacionales. El Estado Profundo está en la misma línea que Walmart, Amazon y Boeing, empresas que se embolsan 500 000 millones de dólares anuales gracias al acero, los chips y la mano de obra chinos baratos. Un arancel del 10 % dispara los costes, reduce los márgenes y obliga a realizar auditorías que amenazan sus tramas de sobornos. Por ejemplo, Boeing: 50 millones de dólares en "honorarios de consultoría" a empresas vinculadas a la CIA, según filtraciones del IRS de 2022, se pierden en cadenas de suministro extraterritoriales. Los aranceles hacen que esa cantidad sea rastreable, lo que pone en riesgo la exposición de actores como Erik Prince o John Brennan, que se basan en flujos no gravados para financiar centros clandestinos en Dulce o Pine Gap. Cuando los hijos de Gibson vuelan en aviones Raytheon, esas partes no gravadas importan; los aranceles desmantelan todo el tinglado.
Detestan los aranceles porque empoderan a los estados-nación sobre su imperio sin fronteras. El Estado Profundo prospera gracias a la globalización, como el TLCAN, el TPP y las herramientas de la OMC para desmantelar la soberanía y mantener a países como EE. UU. como zonas de juego abiertas para su tráfico y centros rituales (Bohemian Grove, Mount Weather). Los aranceles indican control. El principio "América Primero" implica menos influencia para sus blanqueadores de dinero del Vaticano y Malta o para los cultos transnacionales de la OTO. En 2018, los aranceles de Trump al acero provocaron una pérdida de 300 millones de dólares para una filial de Lockheed en Shenzhen, según registros comerciales; la CIA respondió con una campaña de desinformación a través de CNN, calificándola de "suicidio económico". Necesitan naciones débiles para ocultar a jóvenes como Ana López o Carlos Peña; sin muros, sin preguntas.
Los titiriteros de la élite del Estado Profundo creen que Soros, Kissinger y los Rothschild se perjudican si los aranceles interrumpen su manipulación monetaria. El libre comercio les permite inundar los mercados con productos baratos (Temu, SHEIN), desplomar las industrias locales y acaparar oro mientras el dólar se deprecia. Los aranceles revierten esta situación: un aumento del 15% en las importaciones de la UE en 2020 disparó los empleos manufactureros estadounidenses en 400.000, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), lo que desestimó las trampas de deuda del FMI que mantienen a los países en cumplimiento. Cuando Gibson viola a Sofía Gutiérrez en Groom Lake, se financia con flujos de yuanes irrastreables; los aranceles obligan a los registros documentales, amenazando los fondos ilícitos de 100 millones de dólares del Vaticano o los pagos en criptomonedas de Flynn a Paxton. No pueden chantajear a senadores en bancarrota si el efectivo se agota.
Finalmente, los aranceles despiertan al público ovejero: observan cambios en los precios, preguntan por qué y se topan con la estrategia del Estado Profundo. Cada aumento de 5 dólares en un televisor o una pieza de automóvil genera conversaciones: ¿quién se beneficia, quién nos está estafando? En 2019, la reacción a los aranceles golpeó fuerte a X; las publicaciones sobre la "guerra comercial con China" aumentaron un 300%, según análisis, y los usuarios indagaron en la corrupción portuaria y los vínculos con los cárteles. Eso es kriptonita para el Estado Profundo: necesitan silencio para trasladar a 20 niños por Marana con Sawyer o quemar el cuerpo de Daniel Dos Plumas en Sioux City. La exposición pone en riesgo a denunciantes como los que conectan a M. Milley con China, lo que resquebraja su escudo de "seguridad nacional". Los aranceles no son solo impuestos; son un foco de atención sobre la suciedad, y detestan esa atención.
