Utilizando las leyes de la física cuántica, investigadores de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, han resuelto un acertijo matemático que permite utilizar la geolocalización como identificación personal, generando un nivel de certeza sobre con quién hablas que protege incluso contra los ataques cibernéticos más avanzados. ataques El profesor Matthias Christandl y sus alumnos han desarrollado un nuevo protocolo de seguridad al que denominan "criptografía cuántica basada en la posición". La novedad promete proteger la actividad digital de piratas informáticos y ciberdelincuentes que asumen identidades falsas en Internet y en dispositivos digitales para cometer robo de datos y otros delitos, siendo particularmente útil en situaciones de pagos por Internet o transmisión de datos personales confidenciales.
Además, resuelve un problema que durante casi 20 años ha desafiado a los científicos de todo el mundo que trabajan con criptografía: cómo garantizar la ubicación de una persona para usarla como identificación segura.
La clave del éxito de los matemáticos daneses es que los datos de geolocalización se empaquetaron en una combinación de un solo bit cuántico (qubit) con varios bits clásicos, los más conocidos, formados por unos y ceros. Esta combinación de bits puede enviar un mensaje que los ciberdelincuentes no pueden leer, piratear o manipular, y puede confirmar si una persona está hablando desde la oficina de su banco o desde algún país lejano.
Con la ubicación registrada de forma segura en el qubit, cualquier intento de intrusión puede evitarse simplemente aumentando la cantidad de bits clásicos.
Debido a la imposibilidad de decodificar, interceptar y clonar la información cuántica -gracias a conceptos básicos de la física cuántica, como el principio de incertidumbre de Heisenberg y el teorema de no clonación-, el bit cuántico sirve como una especie de clave en el mensaje, garantizando su veracidad. .
Como solo requiere un qubit para verificar la posición geográfica, la técnica ya está disponible para su uso inmediato, ya que ya existen fuentes cuánticas capaces de transmitir un bit cuántico de luz por fibra óptica o incluso por satélite. Si bien la identificación de seguridad debe ser desarrollada comercialmente por alguna empresa para ser adoptada, la base cuántica está en su lugar. Otras tecnologías cuánticas, que usan más qubits, requerirán tiempo y tecnología, incluida la construcción de la primera computadora cuántica asequible.