Solo en música, lo agita Sir Paul

Tras ese tercer tema el concierto ya era una fiesta. Paul bromeaba en castellano, valiéndose de dos copiatines: uno lo había pegado al piso, al lado del micrófono, y el otro al lado del piano. Hablaba en español mirando de reojo su ayuda memoria, y recordando las clases que tomó cuando era chico, y en las que aprendió frases que nunca pudo poner en práctica como “Tres conejos en un árbol tocando el tambor. Que sí, que no, que sí lo he visto yo”. Nosotros le festejábamos todos esos chistes. Ya estábamos entregados.
Para el quinto tema (“Got to get you into my life”) el Sir tenía calor. Se quitó el saco azul dejando ver una impecable camisa blanca con tiradores negros, dejó el bajo a un costado y agarró la guitarra para rockear al son de “Let me roll it”. Al final del tema soltó la guitarra y cuando creímos que volvería al bajo, nos sorprendió anunciando que tocaría con la guitarra original que usaba en los años ’60. Daba ganas de hacer reverencias.

-“Liverpool!! Suárez!!”, gritó haciendo alusión al jugador uruguayo que actualmente está en las filas del club de su ciudad natal, y advirtiendo que hablaría en inglés (porque en toda la noche habló más en castellano que otra cosa) contó que los problemas que Sudamérica atravesaba en la época de los gobiernos dictatoriales lo llevó a componer “Blackbird” sin saber si en nuestro continente algún día escucharíamos esa canción. La interpretó con mucho sentimiento, y el público se lo agradeció con una ovación. Pero el momento más emotivo de la noche fue para mí el que le siguió, cuando le dedicó a John Lennon el tema “Here Today”, confesando que lo escribió para sacarse de encima todas las palabras que nunca se animó a decirle a John o que no llegó a decirle por culpa de Chapman. Ahí sí que no voló una mosca en todo el estadio. Como si se hubiera puesto de acuerdo, el público le dio a Macca un momento de intimidad para hablarle a la memoria de su amigo.